martes, 30 de octubre de 2007

ENCOLADOR: Industrias en las que esta profesión es común

Cintas adhesivas; acondicionamiento de aire (fabricación e instalación); fabricación y mantenimiento de aeronaves; montaje de aparatos; encuadernación; fabricación y mantenimiento de automóviles; construcción (solado y empapelado); cartón ondulado; pañales desecha- bles; electrónica; colchones de espuma; calzado; muebles; joyería; etiquetado y embalaje en diversas industrias y servicios; laminación (papel y cartón); cuero; fontanería (PVC y otras tuberías de plástico); refrigeración; caucho; fabricación de juguetes; tapicería.

domingo, 28 de octubre de 2007

Riesgos para la salud: El crotonaldehído

El crotonaldehído es una sustancia muy irritante que produce también quemaduras en la córnea y exhibe una toxicidad similar a la acroleína. Se han descrito casos de sensibilización en trabaja- dores, y algunos ensayos de mutagenicidad han dado resultados positivos.
Además del peligro de incendio que conlleva el p-dioxano, éste ha sido clasificado por la IARC como cancerígeno del grupo 2 B, esto es, como cancerígeno animal demostrado y posible cancerí- geno humano. Los estudios de inhalación en animales indican que el vapor de p-dioxano produce narcosis, lesiones pulmonares, hepáticas y renales, irritación de las mucosas, congestión y edema pulmonar, cambios de comportamiento y recuentos hemáticos elevados. La administración de dosis elevadas de p-dioxano con el agua de beber se han relacionado con el desarrollo de tumores en ratas y cobayas. Experimentos con animales han demostrado también que el dioxano se absorbe rápidamente a través de la piel produciendo signos de descoordinación, narcosis, eritema y lesiones hepáticas y renales.
Estudios experimentales en seres humanos han demostrado irritación de ojos, nariz y garganta con concentraciones de entre 200 y 300 ppm. Se ha sugerido un umbral de olor de 3 ppm, aunque en otro estudio se obtuvo un umbral de olor de 170 ppm. Estudios con animales y seres humanos han demostrado que el dioxano se metaboliza a ácido b-hidroxietoxi- acético. Según una investigación realizada en 1934 sobre la muerte de cinco trabajadores en un fábrica de seda artificial, los síntomas de la intoxicación por dioxano consisten en náuseas y vómitos, seguidos de una disminución de la orina y finalmente anuria. En la necropsia se observó hepatomegalia, hemorragia e inflamación en los riñones y edema pulmonar y cerebral.
Debe decirse que, a diferencia de muchos otros aldehídos, las propiedades irritantes que advierten de la presencia de p-dioxano no se consideran buenas.

jueves, 25 de octubre de 2007

Riesgos Acidos Otros ácidos El ácido glicólico

El ácido glicólico es más fuerte que el acético y produce quemaduras químicas muy graves en la piel y los ojos. No se conocen efec- tos acumulativos y se cree que se metaboliza a glicina. En su manipulación deben adoptarse precauciones estrictas, similares a las recomendadas para el ácido acético. Las soluciones concen- tradas pueden provocar quemaduras en la piel y los ojos. Las personas que manipulen soluciones concentradas de este ácido deben utilizar equipos de protección individual.

martes, 23 de octubre de 2007

ENCOLADOR: Equipo básico utilizado

Cepillos de mano; rodillos (de mano o mecanizados); equipo de pulverización (de aire comprimido o no; de mano o automático); pistolas de inyección de cola aplicada en caliente; rociadores; aplicadores a presión.

lunes, 22 de octubre de 2007

Riesgos para la salud: cloroacetaldehído

El cloroacetaldehído tiene propiedades muy irritantes, no sólo para las mucosas (es peligroso para los ojos incluso en fase de vapor y puede provocar daños irreversibles), sino también para la piel. Produce lesiones semejantes a quemaduras por contacto con una solución al 40 %, y una irritación apreciable por contacto prolongado o repetido con una solución al 0,1 %. La prevención debe basarse en evitar el contacto y controlar la concentración atmosférica.
En el ser humano, el hidrato de cloral se excreta inicialmente como tricloroetanol y después, con el tiempo, como ácido tricloroacético, que puede alcanzar hasta la mitad de la dosis en exposiciones reiteradas. En exposiciones agudas graves, el hidrato de cloral actúa como narcótico y altera el centro respiratorio.

jueves, 18 de octubre de 2007

Riesgos Acidos acéticos halogenados: Acido fluoroacético.

Los ácidos di y trifluoroacético presentan un nivel de toxicidad menor que el ácido monofluoroacético (ácido fluoroacético). El ácido monofluoroacético y sus compuestos son estables, muy tóxicos y perniciosos. Al menos cuatro plantas de Sudáfrica y Australia deben su toxicidad a este ácido (Dichapetalum cymosum, Acacia georginae, Palicourea marogravii) y recientemente se ha comprobado que más de 30 especies de Gastrolobium y Oxylobrium en la zona oeste de Australia contienen cantidades variables de fluoroacetato.
El mecanismo biológico responsable de los síntomas de intoxicación por fluoroacetato es la “síntesis letal” de ácido fluorocítrico, el cual, a su vez, bloquea el ciclo de los ácidos tricarboxílicos por inhibición de la enzima aconitasa. La privación resultante de energía al detenerse el ciclo de Krebs va seguida de disfunción celular y muerte. Por otro lado, es imposible especificar cuál es la dosis tóxica de ácido fluoroacético para el ser humano; probablemente esté comprendida entre 2 y 10 mg/kg, si bien existen algunos fluoroacetatos mucho más tóxicos. En general, una o dos gotas del tóxico por inhalación, ingestión o absorción, a través de cortes o abrasiones de la piel o a través de la piel intacta, pueden resultar mortales.
De los estudios realizados en hospitales por casos de intoxicación parece deducirse que los principales efectos tóxicos de los fluoroacetatos en el ser humano afectan al sistema nervioso cen- tral y al sistema cardiovascular. Las víctimas sufren convulsiones epileptiformes graves que se alternan con coma y depresión. La muerte puede sobrevenir por asfixia durante una convulsión o por insuficiencia respiratoria. No obstante, los síntomas más característicos son las irregularidades cardíacas, una marcada fibrilación ventricular y parada cardíaca. Estos síntomas (que no se pueden diferenciar de todos los demás que se observan con frecuencia en la práctica clínica) suelen ir precedidos de un período inicial de latencia superior a 6 horas, caracterizado por náuseas, vómitos, sialorrea, entumecimiento, sensación de hormigueo, epigastralgias y opresión. Posteriormente pueden aparecer otros signos y síntomas, como contracturas musculares, descenso de la tensión arterial y visión borrosa.
Acido cloroacético. Esta sustancia es muy reactiva y debe manipularse con precaución. Cuando exista la posibilidad de que los trabajadores entren en contacto con soluciones concentradas, deberán ir protegidos obligatoriamente con guantes, gafas, botas de goma y mandiles impermeables.

martes, 16 de octubre de 2007

ENCOLADOR: Tareas

Adherir; aplicar (adhesivos); aspirar (disolventes); montar; unir (piezas de relleno); encua- dernar (libros); aglutinar; cepillar; enmoquetar; acarrear; sujetar; limpiar y acondicionar; subir (esca- leras de mano, andamios, etc.); revestir; cubrir; cortar (moquetas, bordes de papel pintado, etc.); sumergir; distribuir (cola); conducir; deshacerse (de residuos); secar; documentar; alimentar (máquinas); ajustar; formar; encolar; manejar; calentar (cola); sostener (herramientas); inyectar (cola); inspeccionar; instalar; aislar; juntar (superficies); arrodillarse (al enmoquetar, etc.); laminar; solar; izar y bajar; cargar y descargar; mantener; fabricar; mezclar (colas con varios componentes, etc.); moldear; abrir (recipientes, etc.); poner en funcionamiento (equipos); pedir (materiales); empaquetar y desempaquetar; empastar; ejecutar; colocar; verter; preparar; presionar; regular (el flujo de pulverización, etc.); reparar; sellar; afianzar; seleccionar; establecer; alisar (superficies); pulverizar; esparcir; apretar; almacenar; supervisar; roscar; comprobar (las juntas encoladas); transportar; dar el acabado; desatascar (boquillas); tapizar; utilizar (herramientas); lavar (equipos, manos, etc.); llevar (equipos de protección personal); pesar; limpiar

lunes, 15 de octubre de 2007

Riesgos para la salud: La acroleína

La acroleína es un contaminante atmosférico común liberado por los humos de escape de los motores de combustión interna, que contienen distintos tipos de aldehídos. La concentración de acroleína aumenta cuando se utilizan gasoil o fueloil. Asimismo, la acroleína se encuentra en cantidades considerables en el humo del tabaco, no solo en la fase particulada del humo, sino también, y en mayor cantidad, en la fase gaseosa. Junto con otros aldehídos (acetaldehído, propionaldehído, formaldehído, etc), alcanza una concentración tal (entre 50 y 150 ppm) que parece ser uno de los aldehídos más peligrosos del humo del tabaco. Por tanto, la acroleína representa un posible riesgo profesional y medioambiental.
La acroleína es tóxica y muy irritante, y su elevada presión de vapor puede dar lugar a la rápida acumulación de concentraciones atmosféricas peligrosas. Sus vapores provocan lesiones en el tracto respiratorio y, junto con la forma líquida, lesiones oculares. El contacto con la piel produce quemaduras graves. La acroleína se detecta fácilmente gracias a sus excelentes
propiedades de advertencia, puesto que provoca irritación grave a concentraciones que no representan un riesgo agudo (su potente efecto lacrimógeno a concentraciones muy bajas en la atmósfera (1 mg/m3) obliga a las personas a salir del lugar contaminado en busca de equipos protectores). En consecuencia, es más probable que la exposición sea el resultado de fugas o derrames de tuberías o recipientes. Sin embargo, es posible que algunos efectos crónicos graves, como el cáncer, no se eviten del todo.
La inhalación constituye el riesgo más grave. Causa irritación de nariz y garganta, opresión torácica, dificultad respiratoria, náuseas y vómitos. El efecto broncopulmonar es muy grave; aunque la víctima se recupere de una exposición aguda, sufrirá secuelas radiológicas y funcionales permanentes. Experimentos con animales indican que la acroleína tiene acción vesicante, destruyendo la mucosa del tracto respiratorio de forma que la función respiratoria queda totalmente inhibida en el plazo de 2 a 8 días. El contacto repetido con la piel puede causar dermatitis, y se ha observado sensibilización de la piel.
El descubrimiento de las propiedades mutagénicas de la acroleína no es reciente. Rapaport lo observó ya en 1948 en Drosophila. Se han realizado investigaciones para determinar si el cáncer de pulmón, cuya conexión con el hábito de fumar es indiscutible, podría estar relacionado con la presencia de acroleína en el humo, y si ciertas formas de cáncer del aparato digestivo que se han relacionado con la absorción de aceites para cocinar quemados se deben a la acroleína contenida en dichos aceites. Recientes estudios han demostrado que la acroleína es mutagénica para ciertas células (Drosophila, Salmonella, algas como Dunaliella bioculata) pero no para otras (levaduras tales como Saccharomices cerevisiae). En los casos en que la acroleína es mutagénica para una célula, se observan cambios estructurales en el núcleo similares a los causados por los rayos X en las algas. También produce distintos efectos en la síntesis de ADN por interferencia con ciertas enzimas.
La acroleína inhibe eficazmente la actividad de los cilios de las células bronquiales, cuya misión es mantener limpio el árbol bronquial. Este hecho, sumado a la acción favorecedora de la inflamación, hace muy probable que la acroleína pueda causar lesiones bronquiales crónicas.

sábado, 13 de octubre de 2007

Riesgos Acidos acéticos halogenados

Los ácidos acéticos halogenados son muy reactivos. Entre ellos se encuentran el ácido cloroacético, el ácido dicloroacético (DCA), el ácido tricloroacético (TCA), el ácido bromoacético, el ácido iodoacético, el ácido fluoroacético y el ácido trifluoroacético (TFA). Los ácidos acéticos halogenados causan graves lesiones en la piel y las mucosas y, cuando se ingieren, pueden interferir con sistemas enzimáticos esenciales del organismo. Su manipulación exige la adopción de precauciones estrictas. Estos ácidos deben prepararse y utilizarse en recintos cerrados que sólo se abrirán el tiempo necesario para su manipulación. Deberán existir extractores de aire para asegurar que los humos o vapores no escapen por otras aberturas que las establecidas para tal fin. Los trabajadores encargados de su manipulación deben utilizar equipos de protección personal y siempre deben disponer de equipos de protección ocular y respiratoria para utilizarlos en caso necesario.

viernes, 12 de octubre de 2007

ENCOLADOR: Profesiones asociadas y específicas

Aplicador de adhesivos; pulverizador de adhesivos; operador de máquinas de encolado; solador; aplicador de oseína; especialista en juntas encoladas;
operador de equipos de fabricación de cola; mezclador de adhesivos; esparcidor de adhesivos; operador de máquinas de encolar; etc.

lunes, 8 de octubre de 2007

Riesgos para la salud: El acetaldehído

El acetaldehído es un irritante de las mucosas y ejerce también una acción narcótica general en el sistema nervioso central. A bajas concentraciones causa irritación de ojos, nariz y vías respiratorias superiores, así como catarro bronquial. El contacto prolongado con esta sustancia puede dañar el epitelio de la córnea. A altas concentraciones produce cefalea, estupor, bronquitis y edema pulmonar. Su ingestión causa náuseas, vómitos, diarrea, narcosis e insuficiencia respiratoria, pudiendo producirse la muerte como consecuencia de lesiones renales y degeneración grasa del hígado y del músculo cardíaco. El acetaldehído se produce en la sangre como metabolito del alcohol etílico, y causa enrojecimiento facial, palpitaciones y otros síntomas desagrada- bles. El fármaco Disulfiram (Antabuse) potencia este efecto, como también ocurre con la exposición a cianamida y dimetilformamida. Además de sus efectos agudos, el acetaldehído es un cance- rígeno del grupo 2B; es decir, ha sido clasificado como posible cancerígeno para el ser humano y cancerígeno para animales por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC). El acetaldehído ha provocado aberraciones cromosómicas e intercambio de cromátidas hermanas en varios sistemas de ensayo.
La exposición repetida a los vapores de acetaldehído causa dermatitis y conjuntivitis. En caso de exposición crónica, los síntomas se asemejan a los del alcoholismo crónico, con pérdida de peso, anemia, delirio, alucinaciones visuales y auditivas, deterioro intelectual y trastornos psíquicos.

viernes, 5 de octubre de 2007

Riesgos Acidos monocarboxílicos: El ácido fumárico y El ácido adípico

El ácido fumárico es un ácido relativamente débil y poco soluble en agua. Es un metabolito normal y menos tóxico por vía oral que el ácido tartárico. Produce una leve irritación de la piel y las mucosas y no se han descrito problemas relacionados con su manipulación industrial.

El ácido adípico no es irritante y su toxicidad por ingestión es muy baja.

jueves, 4 de octubre de 2007

ENCOLADOR: Sinonimos y Perfil de la Profesion

Sinónimos: Especialista en adhesivos; aplicador de pegamentos; solador y empapelador (industria de la construcción); aplicador de adhesivos; engomador; especialista en chapeado (mobiliario)

Definición y/o descripción
Estos trabajadores encolan materiales como papel, tela, cuero, madera, metal, vidrio, caucho o plástico, de acuerdo con procedimientos específicos.
Aplican adhesivos en la superficie de los materiales mediante cepillado, pulveriza- ción, inmersión, rodillo, sosteniendo la pieza en cuestión contra un cepillo giratorio saturado o colocándola entre rodillos impregnados. Unen mediante presión los materiales encolados a mano, aseguran éstos con la ayuda de un rodillo de mano o los colocan en su lugar de montaje para fijarlos y aplican el adhesivo. Pueden llevar a cabo operaciones de montaje de material preencolado. Eliminan el material sobrante de las piezas encoladas. Pueden retirar con un trapo o una esponja el adhesivo aplicado en exceso en las juntas. Inspeccionan visual- mente el trabajo realizado. De acuerdo con el elemento encolado, pueden recibir la denominación de encolador de elementos en punta de flecha (juguetes - equipamiento deportivo); encolador de juntas (fabricación de maquinaria); aplicador de muescas (juguetes equipamiento deportivo); encolador de rellenos (todas las industrias); o de pulverizador de adhesivos (todas las industrias) con arreglo al método de encolado utilizado. Otras denominaciones posibles son: forrador de cajas, manual (artículos de papel); esparcidor de cola (mobiliario); confeccionador de filtros de papel (compo- nentes electrónicos); encolador de goma (juguetes equipamiento deportivo).

miércoles, 3 de octubre de 2007

Riesgos para la salud DE LOS ALDEHIDOS Y CETALES

La mayor parte de los aldehídos y cetales pueden causar irritación de la piel, los ojos y el sistema respiratorio, siendo este efecto más pronunciado en los miembros inferiores de una serie, en los miembros con la cadena alifática insaturada y en los miem- bros con sustitución halógena. Los aldehídos pueden tener un efecto anestésico, pero las propiedades irritantes de algunos de ellos posiblemente obligen al trabajador a limitar la exposición antes de que ésta sea suficiente como para que se manifiesten los efectos anestésicos. El efecto irritante en las mucosas puede estar relacionado con el efecto cilioestático que inhibe el movimiento de los cilios que tapizan el tracto respiratorio con funciones esencialmente de limpieza. El grado de toxicidad varía mucho en esta familia. Algunos aldehídos aromáticos y ciertos aldehídos alifáticos se metabolizan rápidamente y no producen efectos adversos, pudiendo utilizarse sin riesgos como aromas alimentarios. No obstante, otros miembros de la familia son cancerígenos conocidos o sospechosos y exigen la adopción de medidas de precaución siempre que exista posibilidad de contacto con ellos. Algunos son mutágenos químicos y otros, alergenos. También tienen la capacidad de producir un efecto hipnótico. En el texto siguiente y en las tablas adjuntas se facilitan más datos sobre miembros específicos de la familia.

lunes, 1 de octubre de 2007

Riesgos Acidos monocarboxílicos: El ácido maleico

El ácido maleico es un ácido fuerte que produce una marcada irritación de la piel y las mucosas. A partir de concentraciones del 5 % puede producir algunos efectos graves, particularmente en los ojos. No se han descrito efectos tóxicos acumulativos en el ser humano. El principal riesgo en la industria es la irritación de las superficies expuestas que, en su caso, debe prevenirse con el uso del equipo de protección personal adecuado generalmente consistente en guantes o manoplas impermeables.